La planificación y la localización de empleos

 Retomando el proceso de la búsqueda del empleo más adecuado para nosotros, vamos a profundizar en la planificación y en la localización de estos empleos.

Sobre la planificación, primero debemos reflexionar sobre nosotros mismos: ¿qué es lo que tengo en términos de competencias profesionales? ¿Qué es lo que sé hacer? ¿Cuál es mi formación y experiencia? Pues estas competencias pueden ser formales o informales, es decir, no solo en el ámbito académico, sino también las adquiridas por nuestra cuenta. Lo cierto es que las empresas se preocupan más por las competencias profesionales que por los títulos que tengamos.

Tenemos que conocer nuestros puntos fuertes: todos tenemos campos en los que tenemos más competencias profesionales que otros. Al penzar en ellos aparecen también los puntos débiles, que son áreas de mejora que también nos determinan a la hora de buscar ciertos puestos.

No podemos olvidarnos de nuestro precio. ¿Estamos dispuestos a trabajar de noche? ¿Fines de semana? ¿Nos da igual el sueldo? Entonces si queremos otras condiciones de trabajo, debemos tener un precio que sea realista. Habrá veces que hay que aumentar este precio, y otras en las que nos sobrevaloremos.

Por último, la auto orientación, en la que seremos nosotros mismos quienes gestionemos todo este proceso, seleccionando todo lo anterior, aprendiendo de nuestros errores y nuestros éxitos.

 

En cuanto a la localización, tenemos que mirar nuestro entorno, contrastando nuestras preferencias con los empleos disponibles. Hay que saber que de todos los empleos disponibles, un 20-25% son ofertas "visibles" y un 75-80% son ofertas "ocultas", que son la mayor parte de ofertas y que deberemos buscar para acceder a ellas.

Sobre las ofertas ocultas, hay poca competencia en ellas. Pero para poder acceder a ellas, debemos usar una serie de técnicas que denominaremos activas, mientras que para alcanzar las ofertas visibles, necesitaremos las técnicas pasivas. Entonces, si combinamos las técnicas pasivas y activas, podremos acceder al 100% de las ofertas de trabajo.

Las técnicas activas consisten en el contacto con conocidos o networking, o sea, ver con quién puedo contactar, y la autopresentación. Hay que reaclacar que de forma aislada no son muy efectivas, mientras que si las combinamos sí que lo son.

Las técnicas pasivas consisten en inscribirse en el ECYL, acceder a agencias privadas de colocación o las empresas de trabajo temporal (ETT), en las que incidiré en la siguiente entrada del blog.

Trabajo: Así te engañan los agregadores de ofertas de empleo: un laberinto  sin salida... ni trabajos

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