La comunicación eficaz
Para poder comunicarnos de forma efectiva debemos prepararnos, utilizar un estilo asertivo y usar todos los recursos disponibles, siendo estos el lenguaje verbal (comunicación oral y escrita) y el lenguaje no verbal (gestos, voz, distancia... todo lo que dice nuestro cuerpo).
Si no hay ninguna contradicción entre el lenguaje no verbal, la comunicación es eficaz. Pero si hay contradicción, entonces falla, ya que prevalece lo que muestra nuestro cuerpo. Por eso debemos cuidar de nuestro lenguaje no verbal y ser buenos comunicadores. Podemos movernos mientras hablamos, hacer gestos (mover las manos, la mirada, sonreír...), modular nuestra voz (tono, intensidad, ritmo, sielncios...), cuidar la distancia (en función de la relación con las otras personas es más próxima o lejana, pero lo adecuado suele ser 1-2 metros), respetar el espacio personal, no acercarse que parezcamos agresivos, pero tampoco alejarse para que parezca que rechazamos al otro.
En la comunicación surgen una serie de imprecisiones, barreras y distorsiones. Cuanto más impreciso sea el mensaje, más errores habrá. Cuantas más barreras haya mñas difícil llegará a la otra persona. Cuanto más distorsionado esté, más problemática será al comunicación.
Entonces, la comunicación es un muro que hay que saltar para poder interactuar eficazmente con otra persona. Debe ser completa (que no falte información), necesaria (la información no debe ser excesiva), comprensible para el receptor y actualizada (si algo va a cambiar hay que tener acceso al cambio).
Aun así, es inevitable que aparezcan conflictos, y pueden servir para crear una cohesión necesaria para un trabajo en equipo eficaz.
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